Editores como Pepe Baeza definen a la fotografía documental como aquella imagen que basa su compromiso con la realidad, y los estilos que adopte o los canales de difusión que utilice son factores secundarios de clasificación respecto a este parámetro principal.
Por su parte, historiadores como Beaumont New Hall afirman que: "La cualidad de autenticidad que una fotografía supone implícitamente puede darle un valor especial como testimonio, siendo entonces llamada ¨documental¨ según la definición del diccionario: "Un texto original y oficial en el que descansa como base, prueba o apoyo de alguna otra cosa, en su sentido mas extendido, incluyendo todo escrito, libro u otro soporte que transmita información". "Así cualquier foto puede ser entendida como un documento si se infiere que contiene información útil sobre el tema especifico que se estudia. El termino fue utilizado con frecuencia durante el siglo XIX en un contexto fotográfico: The British Journal of Photography..."
Para Baeza, se usa corrientemente el término documentalismo para designar aquellos trabajos que, exhibidos en galerías o en forma de libro, tratan temas estructurales y se realizan con amplios márgenes de tiempo y reflexión. El fotoperiodismo define en cambio la aplicación de un tipo de documentalismo que depende de un encargo o de unas directrices marcadas por un medio de prensa sobre temas más bien coyunturales y vinculados a valores de información o noticia.
Aunque parezca contradicción, muchos documentalistas anhelan la resonancia que a través de la prensa pueden alcanzar sus testimonios. La prensa, a su vez, tiene necesidad, más de lo que está dispuesta a reconocer, de imágenes en profundidad sobre aspectos concretos de la realidad".
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