En esta entrada publico el punto de vista de tres autores que se han aproximado al estudio de la fotografía de prensa
Alexander Gardner, Cadáver de un soldado confederado en el área conocida como la guarida del Diablo, ca. 1861.
Si bien Pierre-Jean Amar, en su obra intitulada El fotoperiodismo, no ofrece una definición sucinta sobre la práctica de la fotografía de prensa o el fotoperiodismo, sí indica que el objetivo primario de su libro es mostrar cómo la imagen fotográfica se empleó para constituir documentación y también para ilustrar e informar sobre los grandes sucesos del mundo. Estos campos de aplicación de la fotografía engendraron un verdadero oficio que comenzó a desarrollarse realmente cuando se pudo imprimir imágenes y textos juntos (sic).
Para este autor, son tres factores los que han determinado la producción de documentos:
a) los descubrimientos tecnológicos (cámaras fotográficas con mayor desempeño, ópticas más luminosas, soportes sensibles más rápidos)
b) el perfeccionamiento de los medios de reproducción y transmisión (fotograbado, imprentas de grandes tiradas...)
c) el cambio de mentalidades (sed de información ligada a la rapidez cada vez mayor de los medios de comunicación y a la globalización de los problemas...)
Líneas más adelante indica que la fotografía de información, considerada como una simple prueba, se transforma hasta convertirse en testimonio periodístico, relato, visión de un hombre que da su opinión y utiliza sus imágenes como medio de lucha para defender sus ideas y ponerse al servicio de una causa que considera justa...
En la obra Por una función crítica de la fotografía de prensa, el editor Pepe Baeza indica que esta imagen es aquella que es producida o adquirida para los contenidos editoriales de una empresa periodística. Se vincula a valores de información, actualidad y noticia. Recoge hechos de relevancia desde una perspectiva social, económica, política y demás. La fotografía de prensa cuenta con una intensa tradición histórica y ha desarrollado una clasificación genérica propia, equivalente a la de los géneros periodísticos tradicionales y que tiene sus polos en la fotografía de actualidad estricta, que para Baeza, está determinada por la inmediatez informativa. Sobre el género del reportaje gráfico agrega que en éste, la fotografía recibe un tratamiento más interpretativo, secuencial y narrativo.
Afirma que la fotografía de prensa se halla profundamente incluida por los estilos y modos de hacer de otro gran campo de la fotografía de realidad: el documentalismo, que comparte con el fotoperiodismo, el compromiso con la realidad, pero atienden más a fenómenos estructurales que a la coyuntura noticiosa.
Por otra parte, en Historia crítica del fotoperiodismo occidental, Jorge Pedro Sousa, nos ofrece una postura crítica sobre la práctica de la fotografía de prensa y del llamado documentalismo, que puede abarcar al reportaje gráfico, a la fotografia documental y al llamado fotoensayo.
Define al fotoperiodismo (stricto sensu) como la actividad que puede apuntar hacia la información, hacia la contextualización, ofrecer conocimiento, formar, esclarecer o marcar puntos de vista (opinar) a través de la fotografía de acontecimientos y de la cobertura de asuntos de interés periodístico. Este interés puede variar de un medio a otro y no tiene que ver, necesariamente, con los criterios dominantes de noticiabilidad. En sentido estricto, por tanto, el fotoperiodismo se distingue del fotodocumentalismo, y esta distinción reside más en la práctica y en el producto que en su finalidad
Sousa destaca que el estudio de la fotografía de prensa, desde un punto de vista en el que se privilegia su evolución histórica, es una opción compleja. “Nacida en un ambiente positivista, la fotografía fue considerada de un modo casi unánime como el 'registro visual de la verdad' y en este sentido la adoptó la prensa para sí. Con el paso del tiempo se fueron integrando determinadas prácticas que instauraron la rutina y la convencionalidad en el desarrollo del oficio, un fenómeno que se agudizó con la irrupción del profesionalismo fotoperiodístico. Así, surgieron los géneros fotoperiodísticos, principalmente los géneros realistas, y del reino de la verdad se pasó al reino de lo creíble”... Sousa añade que “en aras de la no manipulación, nace el fotodocumentalismo, que, en poco tiempo, sobrepondrá la belleza del arte a la simple voluntad de registro. Se llega entonces a la idea del fotógrafo autor y artista, creador, original.”
Para este autor, son tres factores los que han determinado la producción de documentos: a) los descubrimientos tecnológicos (cámaras fotográficas con mayor desempeño, ópticas más luminosas, soportes sensibles más rápidos), b) el perfeccionamiento de los medios de reproducción y transmisión (fotograbado, imprentas de grandes tiradas...), c) el cambio de mentalidades (sed de información ligada a la rapidez cada vez mayor de los medios de comunicación y a la globalización de los problemas...
Líneas más adelante indica que la fotografía de información, considerada como una simple prueba, se transforma hasta convertirse en testimonio periodístico, relato, visión de un hombre que da su opinión y utiliza sus imágenes como medio de lucha para defender sus ideas y ponerse al servicio de una causa que considera justa...
Por otra parte, en Historia crítica del fotoperiodismo occidental, Jorge Pedro Sousa, nos ofrece una postura crítica sobre la práctica de la fotografía de prensa y del llamado documentalismo, que puede abarcar al reportaje gráfico, a la fotografia documental y al llamado fotoensayo.
Define al fotoperiodismo (stricto sensu) como la actividad que puede apuntar hacia la información, hacia la contextualización, ofrecer conocimiento, formar, esclarecer o marcar puntos de vista (opinar) a través de la fotografía de acontecimientos y de la cobertura de asuntos de interés periodístico. Este interés puede variar de un medio a otro y no tiene que ver, necesariamente, con los criterios dominantes de noticiabilidad. En sentido estricto, por tanto, el fotoperiodismo se distingue del fotodocumentalismo, y esta distinción reside más en la práctica y en el producto que en su finalidad.
Sousa destaca que el estudio de la fotografía de prensa, desde un punto de vista en el que se privilegia su evolución histórica, es una opción compleja. “Nacida en un ambiente positivista, la fotografía fue considerada de un modo casi unánime como el 'registro visual de la verdad' y en este sentido la adoptó la prensa para sí. Con el paso del tiempo se fueron integrando determinadas prácticas que instauraron la rutina y la convencionalidad en el desarrollo del oficio, un fenómeno que se agudizó con la irrupción del profesionalismo fotoperiodístico. Así, surgieron los géneros fotoperiodísticos, principalmente los géneros realistas, y del reino de la verdad se pasó al reino de lo creíble”... Sousa añade que “en aras de la no manipulación, nace el fotodocumentalismo, que, en poco tiempo, sobrepondrá la belleza del arte a la simple voluntad de registro. Se llega entonces a la idea del fotógrafo autor y artista, creador, original.”
Bibliografía a consultar
1) Pedro Sousa, Jorge. Historia crítica del fotoperiodismo occidental. Zamora, Manganeses de la Lampreana, 2011.
2) Baeza, Pepe. Por una función crítica de la fotografía de prensa. Barcelona, Gustavo Gili, 2001.
3) Pierre-Jean Amar. El fotoperiodismo. Buenos Aires, la marca, 2005.