lunes, 8 de octubre de 2018

80 años ya de un ícono que está a discusión





La siguiente es una imagen inquietante. Su discurso iconográfico y las historias que le rodean han generado polémica. En esta entrada retomo trabajos periodísticos de dos importantes diarios españoles. (El País y La Vanguardia) con el fin de que nos introduzcamos al tema. Sólo publico fragmentos de los trabajos. Ustedes pueden leer la información completa en los enlaces respectivos. 
Asimismo, les incluyo un enlace a la bitácora

Fotografía DSLR



Un visitante pasa por delante de la famosa fotografía ‘Muerte de un miliciano’ en una exposición (EFE)



REPORTAJE:UN ICONO DE LA GUERRA CIVIL

El soldado, el fotógrafo y la muerte

Antonio Jiménez Barca

Unos contactos disipan dudas sobre la autenticidad de la célebre imagen de Capa


El 5 de septiembre de 1936, un mes y medio después de que comenzara la Guerra Civil, un miliciano anarquista de 25 años, algo bravucón, murió en un cerrillo cordobés de un balazo disparado por un francotirador marroquí. A muy pocos metros, metido en una trinchera, un fotógrafo húngaro de 23 años que nació con un dedo meñique de más, simpático, mujeriego y valiente, disparaba su cámara en el mismo segundo, apuntando al mismo soldado. El miliciano, Federico Borrell, murió en el aire; el fotógrafo, Robert Capa, se escondió en la trinchera sin saber que acababa de hacer la foto más famosa de la Guerra Civil y se volvió a levantar poco después para, jugándose el pellejo, retratar a otro anarquista que también moriría en el mismo sitio un minuto después...

La fotografía de Borrell, conocida a partir de entonces como El soldado caído, estaba destinada a convertirse en un icono de la Guerra Civil y de cualquier guerra gracias a su incomparable potencia simbólica. También a arrastrar la duda de haber sido falseada, debido, entre otras cosas, a su extraña y visceral perfección, a su oportunidad inaudita al retratar el instante mismo de la muerte del soldado en un soleado páramo español.
Una exposición que será inaugurada el 17 de octubre en Londres bajo el título de Esto es la guerra, Robert Capa trabajando, aporta nuevas fotografías encaminadas a zanjar la cuestión. Una de ellas es reveladora: muestra el cadáver del segundo miliciano retratado por Capa, tendido en el cerro. El contacto fue encontrado hace un par de años por el biógrafo oficial de Robert Capa, Richard Whelan, junto con otras decenas de negativos perdidos hasta entonces pertenecientes a la desordenada herencia del fotógrafo. Gracias a estos contactos se sabe ahora mejor lo que ocurrió antes y después de la foto en aquel atardecer en Cerro Muriano...
Enlace al texto completo:

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‘Muerte de un miliciano’, 80 años de la polémica fotografía de Robert Capa

Laura Gómez Ruiz


“Si Robert Capa tuvo la habilidad de inmortalizar con su Leica la caída de un soldado al ser alcanzado por una bala o si fue un montaje en sus primeros días en la guerra civil española sigue siendo un misterio sin resolver. Este sábado se cumplen 80 años después de Muerte de un miliciano , una de sus imágenes más polémicas.
El fotógrafo húngaro siempre ha sostenido que tomó la imagen desde una trinchera en el sur del país en medio de un asalto a los milicianos republicanos al inicio de la contienda (1936-1939). Más tarde se ha ubicado dicho lugar en Espejo, en la provincia de Córdoba.
En la fotografía se puede ver a Federico Borrell García, un soldado republicano, que parece caer de lado al suelo, mientras una de sus manos sujeta un rifle que se escapa levemente del encuadre.
La polémica, y a la vez muy popular, imagen fue difundida por primera vez en el número 447 de la revista Vu el 23 de septiembre de 1936, pero tomó verdadera relevancia al año siguiente a raíz de su publicación en Life. Desde entonces, se convirtió en un símbolo del conflicto y, en general, de la barbarie de las guerras. 
¿Realidad o montaje?
La mítica fotografía ha enfrentado a expertos de todo el mundo, que han puesto en duda todo el relato de Capa: la fecha, el lugar, la identidad del miliciano fallecido y, sobre todo,su veracidad. Uno de los primeros en preguntárselo fue el periodista Phillip Knightley, quien en 1975 hizo un experimento.
Knightley decidió cambiar el pie de foto original publicado en Lifepor el siguiente: “Un miliciano resbala y cae mientras se entrena para la acción”. El sentido de la fotografía cambiaba solo con el texto. Desde entonces, la fotografía de Capa ha enfrentado a expertos de todo el mundo. Unos, tratando de defenderla. Otros, de desmontarla.
Robert Capa llegó a España en agosto de 1936 con su compañeraGerda Taro para informar sobre la guerra civil española, que había estallado un mes antes tras el levantamiento militar de Francisco Franco... 

Pueden leer el texto completo en el siguiente enlace:
https://www.lavanguardia.com/cultura/20160903/4189501403/muerte-miliciano-aniversario-fotografia-robert-capa.html


ROBERT CAPA. 1913 – 1954


https://fotografiadslr.wordpress.com/2013/11/11/robert-capa-1913-1954/

Aproximaciones al fotoperiodismo. Definiciones básicas a través de varias reflexiones


En esta entrada publico el punto de vista de tres autores que se han aproximado al estudio de la fotografía de prensa




Alexander Gardner, Cadáver de un soldado confederado en el área conocida como la guarida del Diablo, ca. 1861.

Si bien Pierre-Jean Amar, en su obra intitulada El fotoperiodismo, no ofrece una definición sucinta sobre la práctica de la fotografía de prensa o el fotoperiodismo, sí indica que el objetivo primario de su libro es mostrar cómo la imagen fotográfica se empleó para constituir documentación y también para ilustrar e informar sobre los grandes sucesos del mundo. Estos campos de aplicación de la fotografía engendraron un verdadero oficio que comenzó a desarrollarse realmente cuando se pudo imprimir imágenes y textos juntos (sic).

Para este autor, son tres factores los que han determinado la producción de documentos: 

a) los descubrimientos tecnológicos (cámaras fotográficas con mayor desempeño, ópticas más luminosas, soportes sensibles más rápidos)

b) el perfeccionamiento de los medios de reproducción y transmisión (fotograbado, imprentas de grandes tiradas...)

c) el cambio de mentalidades (sed de información ligada a la rapidez cada vez mayor de los medios de comunicación y a la globalización de los problemas...)

Líneas más adelante indica que la fotografía de información, considerada como una simple prueba, se transforma hasta convertirse en testimonio periodístico, relato, visión de un hombre que da su opinión y utiliza sus imágenes como medio de lucha para defender sus ideas y ponerse al servicio de una causa que considera justa...

En la obra Por una función crítica de la fotografía de prensa, el editor Pepe Baeza indica que esta imagen es aquella que es producida o adquirida para los contenidos editoriales de una empresa periodística. Se vincula a valores de información, actualidad y noticia. Recoge hechos de relevancia desde una perspectiva social, económica, política y demás. La fotografía de prensa cuenta con una intensa tradición histórica y ha desarrollado una clasificación genérica propia, equivalente a la de los géneros periodísticos tradicionales y que tiene sus polos en la fotografía de actualidad estricta, que para Baeza, está determinada por la inmediatez informativa. Sobre el género del reportaje gráfico agrega que en éste, la fotografía recibe un tratamiento más interpretativo, secuencial y narrativo. 

Afirma que la fotografía de prensa se halla profundamente incluida por los estilos y modos de hacer de otro gran campo de la fotografía de realidad: el documentalismo, que comparte con el fotoperiodismo, el compromiso con la realidad, pero atienden más a fenómenos estructurales que a la coyuntura noticiosa.   

Por otra parte, en Historia crítica del fotoperiodismo occidental, Jorge Pedro Sousa, nos ofrece una postura crítica sobre la práctica de la fotografía de prensa y del llamado documentalismo, que puede abarcar al reportaje gráfico, a la fotografia documental y al llamado fotoensayo.

Define al fotoperiodismo (stricto sensu) como la actividad que puede apuntar hacia la información, hacia la contextualización, ofrecer conocimiento, formar, esclarecer o marcar puntos de vista (opinar) a través de la fotografía de acontecimientos y de la cobertura de asuntos de interés periodístico. Este interés puede variar de un medio a otro y no tiene que ver, necesariamente, con los criterios dominantes de noticiabilidad. En sentido estricto, por tanto, el fotoperiodismo se distingue del fotodocumentalismo, y esta distinción reside más en la práctica y en el producto que en su finalidad

Sousa destaca que el estudio de la fotografía de prensa, desde un punto de vista en el que se privilegia su evolución histórica, es una opción compleja. “Nacida en un ambiente positivista, la fotografía fue considerada de un modo casi unánime como el 'registro visual de la verdad' y en este sentido la adoptó la prensa para sí. Con el paso del tiempo se fueron integrando determinadas prácticas que instauraron la rutina y la convencionalidad en el desarrollo del oficio, un fenómeno que se agudizó con la irrupción del profesionalismo fotoperiodístico. Así, surgieron los géneros fotoperiodísticos, principalmente los géneros realistas, y del reino de la verdad se pasó al reino de lo creíble”... Sousa añade que “en aras de la no manipulación, nace el fotodocumentalismo, que, en poco tiempo, sobrepondrá la belleza del arte a la simple voluntad de registro. Se llega entonces a la idea del fotógrafo autor y artista, creador, original.”

Para este autor, son tres factores los que han determinado la producción de documentos: a) los descubrimientos tecnológicos (cámaras fotográficas con mayor desempeño, ópticas más luminosas, soportes sensibles más rápidos), b) el perfeccionamiento de los medios de reproducción y transmisión (fotograbado, imprentas de grandes tiradas...), c) el cambio de mentalidades (sed de información ligada a la rapidez cada vez mayor de los medios de comunicación y a la globalización de los problemas...
Líneas más adelante indica que la fotografía de información, considerada como una simple prueba, se transforma hasta convertirse en testimonio periodístico, relato, visión de un hombre que da su opinión y utiliza sus imágenes como medio de lucha para defender sus ideas y ponerse al servicio de una causa que considera justa...

Por otra parte, en Historia crítica del fotoperiodismo occidental, Jorge Pedro Sousa, nos ofrece una postura crítica sobre la práctica de la fotografía de prensa y del llamado documentalismo, que puede abarcar al reportaje gráfico, a la fotografia documental y al llamado fotoensayo.

Define al fotoperiodismo (stricto sensu) como la actividad que puede apuntar hacia la información, hacia la contextualización, ofrecer conocimiento, formar, esclarecer o marcar puntos de vista (opinar) a través de la fotografía de acontecimientos y de la cobertura de asuntos de interés periodístico. Este interés puede variar de un medio a otro y no tiene que ver, necesariamente, con los criterios dominantes de noticiabilidad. En sentido estricto, por tanto, el fotoperiodismo se distingue del fotodocumentalismo, y esta distinción reside más en la práctica y en el producto que en su finalidad.

Sousa destaca que el estudio de la fotografía de prensa, desde un punto de vista en el que se privilegia su evolución histórica, es una opción compleja. “Nacida en un ambiente positivista, la fotografía fue considerada de un modo casi unánime como el 'registro visual de la verdad' y en este sentido la adoptó la prensa para sí. Con el paso del tiempo se fueron integrando determinadas prácticas que instauraron la rutina y la convencionalidad en el desarrollo del oficio, un fenómeno que se agudizó con la irrupción del profesionalismo fotoperiodístico. Así, surgieron los géneros fotoperiodísticos, principalmente los géneros realistas, y del reino de la verdad se pasó al reino de lo creíble”... Sousa añade que “en aras de la no manipulación, nace el fotodocumentalismo, que, en poco tiempo, sobrepondrá la belleza del arte a la simple voluntad de registro. Se llega entonces a la idea del fotógrafo autor y artista, creador, original.”


Bibliografía a consultar


1)     Pedro Sousa, Jorge. Historia crítica del fotoperiodismo occidental. Zamora, Manganeses de la Lampreana, 2011. 

2)   Baeza, Pepe. Por una función crítica de la fotografía de prensa. Barcelona, Gustavo Gili, 2001.

3)  Pierre-Jean Amar. El fotoperiodismo. Buenos Aires, la marca, 2005.

Sobre la historia del fotoperiodismo

En esta entrada les comparto algunas reflexiones de Jorge Pedro Sousa, sobre la historia del fotoperiodismo en Occidente




Hermanos Mayo, Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, 3 de octubre de 1968. AGN



En el primer capítulo de su libro Historia crítica del fotoperiodismo occidental, el mencionado autor expone que “la historia del fotoperiodismo es una historia de tensiones y rupturas, una historia de la aparición y superación de rutinas y convenciones profesionales, una historia de oposiciones entre la búsqueda de la objetividad y la aceptación de la subjetividad y del punto de vista, entre el realismo y otras formas de expresión... entre el valor de lo que es noticia y la estética, entre el cultivo de la pose y el privilegio concedido a lo espontáneo y a la acción, entre la foto única y las varias fotos, entre la estética del horror y otras formas de abordar temas potencialmente chocantes entre otros innumerables factores..."

Pedro Sousa advierte que distintas historias sobre la fotografía y el fotoperiodismo, entre las que destaca la de Gernsheim (1969), Geraci (1973) y la de Hoy (1986) proponen una idea sobre esta práctica fotográfica basada exclusivamente en dos factores: la evolución tecnológica de los artefactos ópticos y las cámaras fotográficas, así como la estética presente en la representación gráfica, que fue ocasionando que pensáramos a la fotografía como un espejo de la realidad. Estos autores miran la historia del fotoperiodismo en fragmentos y entre esos fragmentos destacan las obras de los que son considerados como los grandes fotógrafos –lo que lleva a apreciarlos desde el mito–; la evolución de las cámaras oscuras; las primeras coberturas sobre conflictos bélicos; la aparición de las revistas ilustradas; el aumento de la definición y la mejora del recurso óptico, etcétera...

En la elaboración crítica hacia esas producciones sobre la historia del fotoperiodismo en Occidente, Sousa, contrapone las reflexiones de académicos como W.J.T. Mitchell o Jonathan Crary, y según el autor, estos investigadores subrayan que la historia de la fotografía de prensa es una historia de convenciones, de dominios y una historia ideológica y “demuestran también que la noción de aquello que cada uno de nosotros ve con sus propios ojos sea la realidad, no pasa de ser una falacia...”

Igualmente aborda las aportaciones de Susan Sontag, (Stuart) Hall, o Walter Benjamin, que “situaron la fotografía en el contexgto de la cultura, de las ideologías, de los mitos y de los valores, cuestionaron su valor informativo, lanzaron una visión crítica sobrfe el papel político, ideológico y económico de los fotógrafos, entre otros temas...Sociólogos y antropólogos como Becker (1978) y Worth (1981) cuestionaron, por su lado, hasta qué punto la fotografía estaría relacionada con la verdad"...

 A largo de este capítulo, el autor va exponiendo distintos tópicos que están vinculados a la historia y desarrollo del fotoperiodismo; a través de las aportaciones de varios autores, que han abordado el tema desde diversas ópticas, Sousa nos ofrece una nutrida introducción para ir reflexionando sobre cómo hemos construido la historia de esta imagen vinculada a la práctica del periodismo.

Sin duda, este libro es un gran aporte que debe complementarse con otras aportaciones, como las plasmadas en la obra Fotografía. Crisis de Historia, en la que se nos ofrece también un punto de vista muy critico sobre la construcción de la narrativa histórica en el caso de la imagen fotográfica.

Referencias:

1) Jorge Pedro Sousa. Historia crítica del fotoperiodismo occidental. Sevilla: Comunicación Social y Editores, 2011.

2)  Joan Fontcuberta, ed. Fotografía. Crisis de historia. Barcelona: Actar, s/f.