miércoles, 25 de mayo de 2016

La fotografía como documento visual


La fotografía como documento visual



Blind woman of Mali. Autor: Sebastian Salgado, 1985.


Por documento entendemos un escrito que contiene datos fidedignos que son empleados para probar algo; un documento es un material legal, autorizado y un conjunto de documentos forman lo que conocemos como un archivo. Valorada desde el inicio de su historia como un documento visual mediante el cual se podían obtener testimonios auténticos, objetivos y veraces,1 la imagen fotográfica adquirió un carácter utilitario, y así, diversas disciplinas y oficios, entre los que destacan el periodismo industrial, comenzaron a emplearla tanto para la creación de archivos visuales como para ilustrar sus contenidos temáticos. 

En Historia de la Fotografía, Beaumont Newhall indica que cuando una fotografía tiene la cualidad de lo auténtico adquiere  implícitamente "un valor especial como testimonio, siendo entonces llamada ¨documental¨, que de acuerdo con la definición del diccionario es "un texto original y oficial en el que descansa como base, prueba o apoyo de alguna otra cosa, en su sentido mas extendido, incluyendo todo escrito, libro u otro soporte que transmita información".2
"Así cualquier foto puede ser entendida como un documento si se infiere que contiene información útil sobre el tema especifico que se estudia. El termino fue utilizado con frecuencia durante el siglo XIX en un contexto fotográfico: The British Journal of Photography..." En un sentido distinto, el pintor Henri Matisse declaró en Camera Work en 1908: "La fotografía puede aportar los más preciosos documentos presentes y nadie podría disputar su valor desde tal punto de vista. Si la practica un hombre de buen gusto, esas fotos tendrán la apariencia del arte... La fotografía debe registrar y darnos documentos". 3

La cualidad de documento fidedigno con la cual se ha etiquetado a la fotografía de prensa, ha sido ampliamente cuestionada por diversos autores, como Martha Rosler, John Mraz, John Tagg y André Rouillé, entre otros. Mraz afirma que la veracidad atribuida a la imagen fotoperiodística es resultado de una cuestión de índole metafísica más que de un comportamiento ético, es, asimismo, una especie de contrato surgido de un consenso social, que además tiene un aura de veracidad que los lectores de imágenes hemos firmado con el autor y con la institución que avala y publica dicha imagen. 4


Por su parte, Rouillé indica que el atributo de veracidad de la imagen fotográfica es operativa y descansa en el artefacto, en el valor de uso de las imágenes y en las funciones del documento, mediante las cuales se han organizado artefactos culturales como el álbum fotográfico; es decir, para este autor estamos ante una veracidad que es resultado de un determinismo artefactual y tecnológico. 5

John Tagg afirma que la fuerza constativa de la fotografía como documento oficial proviene de su instrumentalización y del uso de su retórica realista de inmediatez y verdad. 6 En ese sentido Martha Rosler agrega que el aparente valor de verdad de la fotografía, y la ética de la práctica fotográfica, que la han convertido en vehículo privilegiado del reportaje, han sido sometidas a un cuestionamiento continuo, provocando con ello una crisis de significado que preocupa a miembros de la profesión periodística, jurídica, artística e intelectual, y también a la audiencia más general. 7

Otro aspecto que debemos tomar en cuenta en esta reflexión sobre la noción de documento es precisamente la cualidad propia del artefacto fotográfico; es decir, la cámara es un instrumento que permite registrar con exactitud y nitidez a objetos, personajes y sucesos, lo que sin duda constituyó otro factor determinante para estimar a esta imagen como ese documento fidedigno que demandaban algunas instituciones de control y vigilancia que surgieron en el régimen de veracidad de la sociedad industrial, que a su vez es el contexto histórico en el que se enmarca la imagen fotográfica y el periodismo moderno. 8

De tal modo, el oficio periodístico emanado de la sociedad industrial estimó a la fotografía como un material para la producción de documentos visuales. En esa profesión, la imagen ha estado sujeta a una política de representación, que descansa en  las cualidades del artefacto, en la retórica realista de su discurso, y además en un conjunto de normas éticas conocidas como códigos deontológicos, donde se intentan normar la subjetividad y la parcialidad inherentes al oficio periodístico. Asimismo, las políticas de representación en el periodismo, son producto de un consenso donde se ha estimado a la imagen como un documento informativo de carácter utilitario, como un testimonio fidedigno, cuya función consiste, en la mayor parte de las ocasiones, en complementar la información textual. Es decir, en el periodismo la imagen está subordinada a la palabra. 

Tras destacar este uso instrumentalizado de la fotografía como documento en el oficio periodístico, es importante definir y diferenciar la práctica del fotoperiodismo de la práctica del documental, y asimismo, dentro de esta última práctica, hay que reconocer ciertas diferencias de acuerdo a los grados de compromiso asumidos por el fotógrafo. 


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1. André Rouillé también afirma que la información tiene un aura y esa ha sido probablemente la función más importante asignada a la fotografía-documento.  "A diferencia de sus potencialidades artísticas, la función informativa de la fotografía ha sido reconocida desde muy temprano sin que realmente se impugne. Esto se debe a las miles de fotos de monumentos, paisajes, personas y productos que han circulado en la segunda mitad del siglo XX, que fueron equipados con un valor informativo incomparablemente superior a la de la mayoría de las otras imágenes de la época"; en André Rouillé, La Photographie. Entre document et art contemperain (France: Editions Gallimard), 160 
2.  Beaumont Newhall Historia de la Fotografía (Barcelona: Gustavo Gili), 235-238 
3 . Ibid.
4. John Mraz "El aura de la veracidad: ética y metafísica en el fotoperiodismo"; en De la Peña Ireri, Ética, estética y prosaica. Ensayos sobre fotografía documental, (México: Siglo XXI, 2008), 171
5. André Rouillé, Ibid, 120.
6John Tagg El peso de la representación (Barcelona: Gustavo Gili, 2009),15-21
7. Martha Rosler, Imágenes públicas. La función pública de la imagen (Barcelona: Gustavo Gili, 2007)
8. En Sociology and Visual Representation y en El peso de la representación, Elizabeth Chaplin y John Tagg, respectivamente, abundan en el uso de la fotografía como herramienta utilizada en disciplinas tales como la antropología, la etnografía y la sociología, entre otras.





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